18.500 personas muertas (que se sepa) por coronavirus en España.
Y lamentablemente habrá más.
Y lamentablemente no sabemos cuándo dejaremos de contar muertos.
Y lamentablemente, por no saber, no sabemos cuándo podremos salir a la calle más allá de hacer la compra.
España, 2020.
Muchos dicen que si antes de habernos tomado las uvas nos hubiesen puesto un tráiler de los que iba a ser este año, los atragantamientos se habrían contado por miles. Pero aún con todas estas incertidumbres en el horizonte, podemos vislumbrar una certeza: la que viene. El día de mañana. La gran depresión de nuestra era. Olvidaos del 2012, olvidaos de la quiebra de Lehman Brothers. Dicen que serán meros y dóciles hermanos pequeños al lado de la temible “Corona-crisis”, puede que aún más letal que el propio virus.
En éstas, PSOE y Podemos, Pedro y Pablo, se disfrazan de hombres de Estado pidiendo lealtad a unas instituciones que cada día se encargan de deshilachar poco a poco. El uno, Pedro, para dar gusto a sus socios, para pagar pronto las deudas que le acarreó el estrenar colchón en La Moncloa. El otro, Pablo, para aprovechar a hacer lo que tanto a anhelado y lo que en tantos países, ha cobrado (y muy bien) por enseñar a hacer y llevar a cabo. Y aquí viene la contestación a la pregunta que ha dado lugar a este post y, por lo cual, asumirás una carga impositiva que dé al traste con todas tus perspectivas de ahorro, qué digo ahorro… de mera supervivencia.